jueves, 14 de julio de 2011

Síndrome del edificio enfermo

El “Síndrome del Edificio Enfermo” es un conjunto de síntomas diversos que presentan, predominantemente, los usuarios de edificios de oficinas en particular. No suelen ir acompañados de lesión orgánica o signo físico y se diagnostica por exclusión.
Los síntomas y suelen ser temporales, y desaparecen cuando se deja el edificio.[1]

Las características comunes de estos edificios son:
1. Sus ocupantes manifiestan quejas respecto a su salud en una proporción > 20%. 
2. Las  molestias son más numerosas por la tarde que por la mañana.
3. Los edificios se encuentran equipados con sistemas de ventilación o climatización forzada del aire, (aunque también pueden estar ventilados de forma natural) que   generalmente es común a todo el edificio o a amplios sectores.
4. Existe recirculación parcial del aire.
5- La mayoría son edificios herméticos en los que las ventanas no suelen  ser practicables.
6. Se busca en ellos el ahorro energético con un ambiente térmico homogéneo, con poco control de la ventilación.

La sintomatología médica puede ser muy variada, y muchas veces compleja, ya que suele ser el resultado de la combinación de distintos factores: irritación de los ojos, nariz y/o  garganta.
Existe sensación de sequedad en las membranas mucosas y piel, disfonías, respiración dificultosa.
Las personas tienen una elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfríos.
Sufren irritación de la piel con enrojecimiento y erupciones. Nauseas, mareos y vértigos. Dolor de cabeza. Fatiga mental.


[1] Según investigaciones del Doctor SAMUEL AZAR Medico. Neumotisólogo Universitario. Especialista en Enfermedades Alérgicas. Ex-Coordinador de la Red de Alergología de los Hospitales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Asesor del Servicio de Alergia e Inmunología del Hospital Cosme Argerich.

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