miércoles, 11 de septiembre de 2013

¿Quieres ahorrar dinero? Hazte ecológico

naturaleza en la ciudad

La electricidad, la alimentación, el transporte, el aire acondicionado, la calefacción, el agua... Los consumidores tienen que afrontar gastos y más gastos todos los meses, y algunos incluso suben de precio. Asumir un modo de vida ecológico supone no solo contribuir al cuidado de la naturaleza, sino también a un menor desembolso económico. Este artículo ofrece consejos, en orden alfabético, para ahorrar dinero mientras se es ecológico en diversos aspectos de la vida cotidiana.

Agua

La factura del agua es una de las "ineludibles" y al igual que el recibo de la luz, se augura que cada vez sea más cara. Diversos hábitos y sistemas eficientes ayudan a reducir su consumo sin perder el confort: no dejar el grifo abierto mientras se hacen otras cosas, ducharse en vez de bañarse (siempre que no sea superior a cinco minutos), arreglar las fugas y goteos de grifos, instalar sistemas de ahorro y dosificación del agua, aprovechar el agua de la lluvia, etc.
Un gasto económico y ambiental asociado que puede evitarse es el consumo de agua embotellada. El agua de grifo en España es de suficiente calidad, y puede guardarse en una botella reutilizable.

Alimentación

Un tercio de los alimentos producidos en el mundo para consumo humano (unos 1.300 millones de toneladas anuales) se pierden o desperdician, según Naciones Unidas. Este enorme despilfarro económico y ambiental se puede evitar o reducir si se aplican consejos como llevar una lista a la compra coherente con nuestro consumo, cuidar sobre todo los productos más perecederos, organizar los alimentos para acabarlos o congelarlos para alargar su vida.
El consumo de productos locales y de temporada suele ser más económico, y siempre más ecológico que si son traídos de muy lejos. Y si los cultivamos nosotros mismos en un huerto urbano, ya sea propio o de alquiler o compartido, además de ahorrar dinero entramos en contacto con la naturaleza y tenemos un hobby saludable.
Otro consejo consiste en no abusar de la carne, que rebajará también la factura de la compra a fin de mes y también la huella ecológica.

Belleza

Los productos de belleza comerciales tienen una alternativa ecológica mucho más barata tanto por sus ingredientes (basta tener huevos, limones, aceite de bebés, yogur o miel) como porque pueden hacerse en casa de forma sencilla.

Climatización

Mantener la temperatura adecuada puede suponer un gran gasto económico, si no se hace de forma ecológica, y no siempre se conseguirá más confort. Por ejemplo, cada grado que se sube el aire acondicionado, se consume un 7% más de energía. Un buen aislamiento térmico que recubra paredes y techos, o ventanas de doble acristalamiento son muy útiles durante todo el año. Asimismo, se pueden asumir recomendaciones adecuadas para cada estación, con el fin de evitar el calor en verano y el frío en invierno.

Energía

Reducir el gasto energético ahorra dinero y es bueno para el medio ambiente (menos combustibles fósiles, menos gases de efecto invernadero, etc.). Los consejos para ello son muy diversos. Algunos suponen una inversión inicial, pero se amortiza con creces, sobre todo teniendo en cuenta que la factura de la luz sube cada vez más: evitar el modo en reposo (stand-by) de los aparatos electrónicos, tener electrodomésticos de alta eficiencia energética (superiores a la clase A), utilizar bombillas de bajo consumo, hacer la colada con programas de agua fría, instalar sistemas ecológicos inteligentes, etc.

Limpieza

Productos como desinfectantes, blanqueadores, ambientadores o abrillantadores se pueden reducir e incluso evitar con diversas alternativas ecológicas, sencillas y baratas. Agua, vinagre, papel de periódico, limón, jabón natural o incluso ketchup son algunos ingredientes básicos de la ecolimpieza casera.

Ocio y cultura

El ahorro no debe estar reñido con el ocio y la cultura, y mucho menos si son ecológicas. Se pueden buscar (y solicitar a las instituciones, si no las hay)actividades gratuitas o muy económicas relacionadas con el medio ambienteen nuestra ciudad, ir a la biblioteca, buscar en Internet o compartir con amigos y familiares librospelículas o documentales sobre medio ambiente, colaborar con alguna ONG ambiental, ver aves, etc.

Productos de consumo

Seguir una estrategia de consumo responsable y ecológica nos ahorrará mucho dinero sin que seamos menos felices: antes de comprar algo nos tenemos que preguntar si en realidad lo necesitamos, no dejarse influir por modas o publicidades agresivas, comparar productos para elegir la mejor relación precio-calidad,intercambiarlos o buscarlos de segunda mano, reutilizar al máximo lo que tengamos en casa, etc.

Trabajo

Las empresas y los trabajadores que asumen criterios ecológicos y buenas prácticas de responsabilidad social corporativa (RSC) mejoran su competitividad y sus resultados a la vez que el medio ambiente. Aprovechar bien todo el material; reutilizar y compartir utensilios; recargar los cartuchos de tinta de las impresoras; ser más eficientes en el consumo del agua o la energía; o introducir sistemas de teletrabajo para reducir el uso del transporte son algunos consejos prácticos que pueden asumirse.

Transporte

Ir en coche privado, además de contaminar el medio ambiente, supone una práctica muy cara. Sin olvidarse del seguro, impuestos, el mantenimiento y otros gastos derivados, la gasolina consumida (cuyo precio también sube) puede salir una media de 1.300 euros anuales. Si no queda más remedio que utilizarlo, si se hace de forma eficiente puede ahorrarse hasta un 25% en combustible. También ayuda a nuestra economía y al medio ambiente compartir vehículo y garaje.
Ahora bien, es más barato y ecológico el transporte público, así que siempre que se pueda conviene utilizarlo. Sacarse los bonos que más se adapten a nuestro uso lo hará más económico, o instalar aplicaciones en el móvil para saber mejor su ubicación, frecuencias, etc. ayudará a utilizarlo de forma más eficiente y agradable.
La bicicleta es un medio económico y ecológico que se puede compaginar con otros transportes para llegar a más sitios, e incluso para ir al trabajo.

Vacaciones

Los diversos momentos vacacionales a lo largo del año se pueden disfrutar de forma intensa, sin gastar demasiado dinero ni maltratar al medio ambiente. Quedarse en nuestro entorno nos evita costosos medios de transporte y nos permite gozar de lugares y ofertas que nuestra vida cotidiana nos impide el resto del año.
Pero si queremos salir fuera y conocer nuevos lugares, hay muchas posibilidades ecológicas y económicas. Viajar en bicicleta o transporte público, ir a un espacio natural, apuntarse de voluntario ambiental, etc. dan mucho juego.